A eso de las 10:00 de la mañana, en la explanada del Santuario, se vivió una de las eucaristías más solemne de la fiesta. Aquí, son miles de peregrinos que ven a la madre de Chile descender para estar con su pueblo.
Esta celebración contó la presencia de diversas autoridades locales como el delegado presidencial, Daniel Quinteros, la delegada presidencial provincial del Tamarugal, Camila Castillo, el Alcalde de Pozo Almonte, Richard Godoy y el edil de Alto Hospicio Patricio Ferreira, entre otros.
Dentro de la celebración del día 16, existe un momento muy significativo para todo el pueblo peregrino que visita la casa de la Chinita. Los “Centinelas” (Cuidadores de la Virgen) comienzan a lanzar metros cintas que representan el manto de la carmelita, para que cada persona que esté en la en lugar pueda tomarla y tener un encuentro personal con la Madre de todos.
Ya adentrado en la celebración, Monseñor Isauro Covilli, Obispo de la Diócesis de Iquique, quién es el que oficiaba la eucaristía, compartió con el pueblo orante su homilía, la cual comenzó haciendo referencia a la Piedad Popular. “Cada pueblo es el creador de su cultura y el protagonista de su historia. La cultura es algo dinámico, que un pueblo recrea permanentemente, y cada generación le transmite a la siguiente un sistema de actitudes ante las distintas situaciones existenciales, que ésta debe reformular frente a sus propios desafíos… Aquí toma importancia la piedad popular, verdadera expresión de la acción misionera espontánea del Pueblo de Dios. Se trata de una realidad en permanente desarrollo, donde el Espíritu Santo es el agente principal”, expresó el obispo Covilli.
LA MIGRACIÓN
Los migrantes, presentan grandes desafíos a nuestra sociedad. Por los mismos pasos fronterizos por donde han llegado personas y familias honestas y buenas, han pasado personas vinculadas a bandas delictuales, trayendo consigo intereses oscuros, sin consideración alguna por los derechos y dignidad de los demás. En base a ello, es bello encontrar diversas instituciones y organizaciones ya sean del Estado, de fundaciones, de nuestra Iglesia católica y de otros credos; como también de nuestra Diócesis de Iquique con un fuerte compromiso pastoral y social con los migrantes. También, lamentablemente, hay que asumir que se manifiestan actitudes defensivas o de intolerancia entre nosotros ante esta triste realidad”, puntualizó.
“Si bien es cierto que contamos con una nueva legislación migratoria, un nuevo marco jurídico y que tiene aspectos positivos destacables. Pero también es cierto que la misma legislación impide la regularización y mantiene a las personas que han ingresado irregularmente al país en situación de ilegalidad. La voz de los migrantes clama de dolor al cielo ante la falta de claridad y de solución ante las situaciones de vulnerabilidad que se perpetua en el tiempo, lo que lleva a dificultades serias para contar con la permanencia definitiva, de miles de personas que vienen al país a trabajar y hacer el bien”.
“A todos, mujeres y hombres migrantes, hermanos todos, desde este Santuario de la Virgen del Carmen, les expreso nuestro deseo permanente de acogerlos y acompañarlos. Queremos conocer sus vidas y experiencias, diversas unas de otras, muchas traspasadas por el dolor y la tristeza. Queremos que sientan, que la Iglesia es su casa y su familia”, continuaba su mensaje.
PALABRA DE DIOS Y VIDA POLÍTICA
“La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo, de nuestro país y en definitiva ningún problema… Pido a Dios y a la Virgen del Carmen, patrona de nuestra patria, que se acreciente el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo orientado eficazmente a sanar las raíces profundas y no en la apariencia discursiva de los males de nuestro país y del mundo”.
“Al finalizar esta reflexión, les manifiesto que hay un estilo mariano en el servicio evangelizador de la Iglesia; porque cada vez que volvemos nuestra mirada hacia la Virgen María, Nuestra Señora del Carmen, volvemos a creer en lo revolución de la ternura y del cariño de Dios”, culminó el Obispo de la Diócesis de Iquique.
Previo al terminar la Misa, la imagen de la Madre recorrió el centro de la explanada para luego retornar el Santuario y prepararse para lo que será la procesión en horas de la tarde, que junto a su hijo, Jesús Nazareno, y su esposo, San José, recorrerán las calles del pueblo visitando a cada peregrino del sector.
Cabe recordar que este año, el recorrido cambiará en base a su camino habitual, donde iniciará en el Santuario y saldrá hacia calle Obispado, la cual llegará hasta Primera Sur para girar por Tarapacá hasta Noveno Oriente. De ahí tomará 16 de Julio hasta calle Marco Castro, retomar Obispado y retornar al Santuario a eso de las 22:00 horas.